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Guía completa sobre cómo usar mascarillas para el cabello
Publicado el :
23/10/2024 12:21:48
Categorías :
Cuidado del cabello
- Guía completa sobre cómo usar mascarillas para el cabello
- ¿Qué es una mascarilla para el pelo y cuáles son los beneficios de usarla regularmente?
- Cómo aplicar correctamente la mascarilla para obtener todos sus beneficios
- Preguntas frecuentes sobre mascarilla capilar
Desde cómo te desenredas a cada cuánto tiempo usas ese producto tan exclusivo, cada acción cuenta para conseguir un look perfecto. Y de entre esas acciones, hoy queremos hablar de cómo usa la mascarilla capilar, uno de los productos más queridos por la mayoría pero al que, a menudo, no se le saca el provecho. ¿Quieres saberlo todo sobre este pequeño milagro en formato crema?
¿Qué es una mascarilla para el pelo y cuáles son los beneficios de usarla regularmente?
La mascarilla del pelo es un producto de mantenimiento capilar formulado para nutrir moderada o intensamente. Esa nutrición (que se consigue principalmente a base de aceites naturales), según la fórmula, se puede enfocar en dar manejabilidad, reparar una cabellera dañada, conseguir un pelo más fuerte o incluso hacer una restauración.
Su fórmula incluye principalmente lípidos (grasas), si bien, es muy común encontrar otros activos como vitaminas, otros agentes lubricantes e hidratantes, proteínas e incluso minerales. A día de hoy es un producto que cubre muchas necesidades y, en función de ellas, la formulación es diferente.
Lo importante es que los ingredientes sean de calidad, capaces de introducirse en las fibras capilares y mantenerse para poder realizar sus funciones correctamente, maximizando sus efectos.
Beneficios de la mascarilla capilar
Una buena mascarilla usada de manera regular va a conseguir mejorar el estado general del cabello. ¿Cómo lo consigue exactamente?
Por un lado y de manera principal están los lípidos o grasas. Estos activos son capaces de:
- Alimentar el cabello. De manera general, son el activo que más alimenta nuestra melena, exactamente igual que si nosotros tomamos alimentos grasos. Esto hace que el pelo esté más pulposo y vivo, con un estado mejorado.
- Reparar. La alimentación de las células las ayuda a trabajar mejor, y las que tienen función reparadora, evidentemente, reconstruyen las hebras del cabello.
- Rellenar. Las grasas se introducen en los agujeros más recónditos, completando la estructura de las fibras y haciéndola completamente funcional.
- Lubricar. Como cualquier buen aceite, los óleos de una mascarilla servirán para lubricar la estructura capilar, haciéndola más dócil, más fácil de manejar y aportando naturalidad al movimiento.
- Suavizar. Del mismo modo, las grasas, por su simple composición, consiguen que la superficie del cabello quede más suave.
- Hidratar. Los aceites naturales, los que más y los que menos, tienen también capacidad de hidratación, motivo por el cual en ocasiones podemos confundir este producto con un acondicionador (que es el verdaderamente hidratante). En cualquier caso, hidratar el cabello es sinónimo de fortalecerlo, darle brillo, suavidad, una mejor textura, elasticidad y reducir su tendencia al frizz. Recalcar que estos efectos se dan en menor medida y siempre en función del tipo de óleos que incluya la mascarilla.
Por otro lado, hay que tener el cuenta el resto de ingredientes, que, aunque no son los protagonistas de las mascarillas, se suelen incluir, en diferente proporción, para obtener más y mejores resultados, especialmente cuando hablamos de mascarillas para cuidados específicos.
- Proteína. Las proteínas se agregan a las fórmulas de mascarillas cuando necesitamos reparar las fibras, esto es, cuando hemos agredido el cabello hasta el punto de haber modificado su estructura. Esta se forma con cadenas de proteínas, si están en mal estado o quedan pocas, la estructura se ve alterada y debilitada. Al aportar proteínas, la estructura de las hebras se va recuperando, ganando fuerza y resistencia.
- Vitaminas. Hay muchísimas, cada cual con funciones diferentes. La vitamina E, la A y la C son las más utilizadas por su versatilidad. Los antioxidantes, que ayudan a ralentizar el envejecimiento del cabello por exposición a entornos viciados, son altamente demandados (aunque es cierto que los vemos más abundantemente en otros productos como los champús o los de styling).
- Minerales. No son muy comunes de encontrar en este tipo de producto, suelen verse más en tratamientos intensos. Se encargan de que los macronutrientes se absorban mejor y que, con ello, puedan cumplir al cien por cien su cometido.
Diferencias mascarilla y acondicionador
Aunque en principio parezcan productos con un efecto parecido, lo cierto es que, de base, son bastante diferentes.
- ¿Para qué sirven?
- Ya hemos determinado que la mascarilla es nutritiva, esto es, da alimento a la melena. Aunque tiene un sutil efecto suavizante que notamos de manera inmediata, se formula para lograr una mejor condición del cabello a largo plazo.
- El acondicionador mejora la textura y el aspecto (hidrata, pule, suaviza y da brillo) de la melena al momento, preparándola para el styling.
- Fórmula.
- La composición de las mascarillas en bastante consistente, muy cargada, por lo general, de activos de altísimo valor. Al tacto, es bastante densa y untuosa.
- Los acondicionadores suelen ser más ligeros, pensados para no aportar peso (y también porque el grueso de su fórmula es hidratante y, por tanto, literalmente pesa menos). Este resulta más fácil de trabajar, de volverse semilíquido si lo trabajamos mucho y, en general, quedándose menos “pegado” a la mano.
- ¿Cómo se utilizan?
- La mascarilla la ponemos después de lavar y enjuagar el cabello, en medios y puntas, dejándola actuar según indique el fabricante (suele ser entre 3 y 5 minutos) para aclarar con agua tibia tirando a fresca.
- El acondicionador, por su parte, se pone después de esta, llegando casi hasta la raíz, se deja reposar también el tiempo indicado (entre 2 y 5) y se enjuaga con agua fría para dejar las fibras selladitas.
Puedes saber más sobre el acondicionador en esta guía sobre acondicionadores
Diferencias mascarilla y tratamiento
Del mismo modo, no debemos confundir, tampoco, con los tratamientos capilares, que pueden ser parecidos, pero también muy distintos según el tipo.
- ¿Para qué sirven?
- La mascarilla es un producto que nutre la cabellera a base de una abundante cantidad de lípidos y, en muchas ocasiones, proteínas.
- El tratamiento, por su parte, es restaurador, mucho más intenso, capaz de trabajar desde el folículo, es decir, bajo la piel. Además, hay tratamientos que no se parecen tanto a la mascarilla, por ejemplo, los de crecimiento del cabello, restauración del cuero cabelludo, etc.
- Fórmula.
- En la fórmula de la mascarilla descubrimos una alta composición de activos principalmente nutritivos y bastantes hidratantes, incluyendo activos variados y con otras funciones secundarias.
- Los tratamientos son más específicos, centrándose en un aspecto a mejorar y ofreciendo una fórmula aún más intensa respecto a dicho aspecto, como un cóctel o explosión para mejorar un aspecto particular de manera muy intensa.
- ¿Cómo se utilizan?
- La mascarilla se utiliza de manera regular, tras todos o casi todos los lavados (según tipo de pelo, su estado, resultados esperados, otros productos que vayamos a usar a continuación…).
- Los tratamientos son puntuales, se aplican bien cuando necesitamos reparar algún daño o bien de manera periódica pero cada bastante tiempo, como un booster. Mientras que la primera actúa durante unos minutos, el segundo debemos tenerlo horas, consiguiendo que penetre mucho mejor hasta el corazón de las fibras capilares y el bulbo desde donde nacen.
¿Qué tipo de mascarilla usar según tu tipo de pelo?
Aunque todas cumplen con la función de nutrir la cabellera, lo cierto es que, por sus composiciones diversas, las hay más y menos indicadas según sea nuestro cabello. No olvidemos que todos tienen necesidades diferentes y, por suerte, el mercado de la peluquería se ha expandido hasta poder ofrecer soluciones personalizadas, como es el caso.
Mascarilla pelo graso
Son aquellas que incluyen aceites menos oleosos, por curioso que suele. De este modo, aplicamos la menor cantidad de lípidos al cabello. Los aceites son ligeros, con una capacidad hidratante elevada (siempre manteniendo la nutritiva, claro).
Es habitual que, en lugar de incluir tanto lípido en su composición, encontremos proteína, siendo, entonces, ideal esta mascarilla si el pelo está estropeado.
Mascarilla pelo seco
El cabello seco, además de nutrirse debe hidratarse; este es el primer paso para que cualquier cabellera pueda restaurarse. Por este motivo, además de grasas, un producto de este tipo también será rico en activos que hidraten.
Cuando, en adición, descubrimos muchos micronutrientes, servirá como excelente producto revigorizante, capaz de dar vidilla al pelo más pajizo y lacio.
Mascarilla pelo fino
Tiene una exquisita fórmula capaz de aportar cuerpo (engrosar las fibras) sin que resulte pesada, pues si esto ocurriese, el cabello fino no tendrá fuerza para soportar el producto y quedará aplastado, sin volumen y con efecto sucio.
Mascarilla pelo rizado
Son el súmmum de las mascarillas, muy intensas y equilibradas (con activos emolientes, lípidos, minerales, vitaminas y proteínas por igual, pues este tipo de cabello, por su forma, tiene necesidades muy variadas).
Mascarilla pelo encrespado
Es un producto muy hidratante que, además, tendrá uno o varios ingredientes capaces de calmar, suavizar y sellar la cutícula del cabello para mantener la humedad en su interior tanto como sea posible y, a la vez, crear una barrera que salvaguarde las capaz internas de las hebras respecto del entorno.
Mascarilla para pelo teñido
Es bastante potente a la hora de incluir lípidos y proteínas, resultando gentil a la vez que reparadora. Sin embargo, por lo que destaca es por su capacidad para retener el pigmento, es decir, para evitar que el color del tinte desaparezca demasiado rápido.
Mascarilla revitalizante
Incluye muchos micronutrientes e ingredientes que dan vigor, pensados para trabajar sobre ese pelo estresado y mortecino que ha perdido la esencia.
A menudo, estas trabajan también sobre el cuero cabelludo, pues no deja de ser el “suelo” donde “plantamos” la melena, y debe encontrarse en un estado óptimo para que las hebras crezcan con potencia.
Cómo aplicar correctamente la mascarilla para obtener todos sus beneficios
La aplicación de un producto básico de peluquería es muy sencilla. Aun así, después de paso a paso te dejamos una corta batería de errores frecuentes que se comenten al hacerlo ¡para que tú no caigas!
Lo primero es que tengas el pelo limpio y totalmente humedecido (lo ideal es tras enjuagarte después de lavarlo y haberte retirado el exceso de agua).
- Toma una cantidad de mascarilla como una nuez (salvo que tengas muy poco o muchísimo cabello).
- Trabaja entre tus dedos para repartirla.
- Ve pasando tus dedos por medios y puntas de toda tu melena, siempre en movimientos descendentes para seguir la dirección de crecimiento de las fibras.
- Si quieres peinarte ahora (aunque lo ideal es hacerlo mientras tenemos el acondicionador), toma un peine de púas bien separadas y anchitas (más anchas cuanto más cuidado necesite tu pelo) y ve desenredando las puntas, luego de medias a puntas y finalmente de raíces a medios y de medios a puntas. Ten en cuenta que si lo haces, parte de la mascarilla terminará en el cuero cabelludo (al arrastrarla con el peine). Trata que esto sea durante el menor tiempo posible, especialmente si tienes problemas en la piel, si sufres de pelo graso, si este es muy fino…
- Deja que la mascarilla actúe el tiempo que indique la marca.
- Enjuaga por completo con agüita tibia.
- Continúa aplicando el acondicionador.
Errores comunes al aplicarnos mascarilla
Y si os contamos cómo se pone la mascarilla es porque no han sido pocos los testimonios de clientes que vienen al salón y nos cuentan que a ellos no les funciona bien y no saben por qué.
Tiempo de actuación
Aunque en el tarrito de producto se especifica claramente, es muy común que nos pongamos la mascarilla más o, sobre todo, menos tiempo, del debido.
Al ser un producto de efectos importantes, es lógico que tenga que permanecer un ratito en nuestra cabellera. Es de este modo que los ingredientes podrán penetrar en las diferentes capas de las fibras para actuar, durante el tiempo necesario, a lo largo y ancho de toda tu melena.
Por este motivo, siempre haz caso de las instrucciones de uso, incluyendo el tiempo de exposición. Como mucho, serán 5 minutos, que puedes aprovechar para depilarte, enjabonarte, hacerte un exfoliado facial o, simplemente, relajarte entre burbujas.
Del lado contrario está el dejarse la mascarilla horas y horas. Aunque en ocasiones será más efectiva que si no la dejamos actuar, lo cierto es que la mejora no es exponencial. Es decir, si la dejas 10 veces más de lo indicado, tu pelo no estará 10 veces mejor, y habrás perdido el tiempo. Eso por no hablar de que no siempre es lo más acertado, pues algunas tienen ingredientes que pueden resultar demasiado para tu cabellera.
Ponernos mucha mascarilla
Al igual que pasarnos con el tiempo no va a ayudar, ponernos de más, tampoco. Obviamente, si habitualmente te pones menos de la que necesitas y un día te pones mucha, vas a notar mejores efectos; el asunto aquí es que habitualmente no pones la necesaria, y es lo que debes cambiar.
Si pones de más, seguramente te haya pasado que tu pelo se queda pesado y/o aplastado, como sin vida e incluso puede verse sucio y apelmazado.
Si tienes zonas muy dañadas debes concentrar un poco más de producto en ellas. Y si toda tu melena un plus, incorpora el producto a tu rutina diaria; siempre y cuando lo uses correctamente, no pasa nada por ponértelo cada día.
Usarla como acondicionador
Seguramente sea el fallo que más vemos. Muchas personas, por ahorrarse un paso y/o un producto, intenta usar la mascarilla como acondicionador, aprovechando que también es suave y ayuda a desenredar.
Pero, más allá de eso, ya hemos visto que tienen funciones diferentes. Y aunque te ayude a hacerte el styling, lo cierto es que lo mejor para dar brillo, conseguir una melena sin frizz, suavizar sin aportar peso y demás es usar el acondicionador, aunque tardes 5 minutillos más, tu pelo te lo agradecerá y tú verás mejor tu look; ¡prometido!
Poner mascarilla en las raíces
También el hecho de acercarla demasiado a las raíces, como algunos acondicionadores y los tratamientos nos permiten hacer, hace que el look quede peor. ¿Por qué? La mascarilla es más pesada, y más lo será cuanto más intensos sean sus ingredientes. Y aunque las de mejor calidad se equilibran bien, lo cierto es que siempre van a hacerse ver más sobre la melena, pueden hacer ver sucio el cabello y, sobre todo, reducir el volumen, especialmente si tienes el pelo fino, que se verá aplastado.
Elegir una mascarilla poco adecuada
Aunque, evidentemente, todas ofrecen beneficios, si tienes un problema capilar y no lo tratas con el producto adecuado, aunque tu melena mejore, dicho problema no va a desaparecer.
Es importante diagnosticar qué nos ocurre y hacia dónde queremos apuntar nuestras actuaciones y, con ello, elegir la mejor mascarilla en función de nuestro tipo de pelo y sus necesidades. De este modo verás como tu melena se transforma por completo y mucho más rápidamente.
Preguntas frecuentes sobre mascarilla capilar
Ya sabes cómo aplicar la mascarilla en el cabello, pero ahí no acaba la cosa. No terminaremos sin comentar algunos puntos más que conviene tener claros para aprovechar todo el potencial y disfrutar de los beneficios que tiene ponerse mascarilla habitualmente.
¿Cuánto tiempo dejar la mascarilla en el cabello?
La manera convencional de usar este producto es dejándolo que actúe entre 3 y 5 minutos. Si bien, como hemos dicho, siempre hay que hacer caso de las instrucciones de uso, en las que el fabricante indicará específicamente cuánto tiempo tener la mascarilla puesta para obtener óptimos resultados.
En ocasiones, podemos hacer la excepción y dejarla actuar un poco más, a modo de tratamiento. Eso sí, tenemos que ser conscientes de que no son lo mismo, por lo que no podemos pretender conseguir los mismos resultados. Igualmente, tampoco hay que abusar, siendo 30 minutos más que suficientes para lograr un efecto un poco mejorado respecto al uso convencional.
¿Es bueno dejarse la mascarilla en el pelo toda la noche?
Al respecto sobre este punto en particular ya hemos hablado largo y tendido en un post anterior.
De manera general, podemos decir que no es negativo que un producto de este estilo se mantenga por horas en el cabello. Sin embargo, hay excepciones, como, por ejemplo, si tienes la piel sensible, si la mascarilla es muy oleosa, etc.
Habiendo otros productos específicos como los leave in o los tratamientos, lo mejor es que cada uno tenga su momento. El de la mascarilla es la ducha, los leave in se usan con el styling y los tratamientos se aplican durante horas, en este caso, de noche si lo deseas para aprovechar el tiempo mientras duermes.
Eso sí, siempre puedes consultarnos sobre tu mascarilla favorita y, tras hacerte algunas cuestiones, te asesoraremos sobre si puede ser buena o mala ideas que duermas con la mascarilla puesta.
¿Puedo usar mascarilla en lugar de acondicionador?
Si has llegado hasta aquí ya sabrás tanto la respuesta como el por qué. Aun así, recordemos que, aunque algunas propiedades se parecen y pueden darse en ambos productos, estos son diferentes, cada uno pensado para conferir una serie de características y, evidentemente, ni uno funciona como el otro ni el otro funciona como el uno; todo tiene su momento.
¿La excepción? Bueno, si optas por una mascarilla MUY hidratante, sí te acercarás un poco más a la fórmula del acondicionador. Pero, de nuevo, no es lo mismo y desde MiPelazo.com te aconsejamos que uses ambos productos, cada uno cuando corresponde.
¿Qué ingredientes debo buscar en una buena mascarilla para el cabello?
De nuevo, esto va a variar según las necesidades que tenga tu cabellera. Ya has podido ver al principio del texto para qué sirve cada tipo de ingrediente, aunque de manera general, nuestro consejo es que, elijas la que elijas, incluya, al menos, un par de aceites naturales hidratantes de bajo peso (aceite de almendra, de jojoba, de coco, de argán, de babassú…).
Controlado esto, ya sabes que la proteína repara el pelo, los ingredientes hidratantes reducen la rotura y suavizan mucho, las grasas lubrican y dan movimiento, las vitaminas revitalizan...
Aunque tampoco lo aconsejamos como algo que debas acostumbrarte a hacer, siempre puedes, muy de vez en cuando, hacerte una mascarilla capilar casera con aquellos ingredientes algo más difíciles de encontrar en productos de peluquería y que son básicos en la cocina a la vez que muy beneficiosos para tu cabellera, como el aguacate o la granada.